“Nos encontramos, por tanto, frente a un grave problema de distribución desigual de los medios de subsistencia, destinados originariamente a todos los hombres, y también de los beneficios de ellos derivantes. Y esto sucede no por responsabilidad de las poblaciones indigentes, ni mucho menos por una especie de fatalidad dependiente de las condiciones naturales o del conjunto de las circunstancias.”
Ese simple párrafo admite, reconoce y porque no decirlo, denuncia la mala distribución de los bienes de subsistencia entre los hombres, los cuales como señala fueron creados y puestos a disposición de todos los hombres, a su vez el Papa señala que dicha situación no se provoca por la población indigente o desposeída ni es consecuencia de un sino trágico sobre algunos hombres.
¿Qué o quien entonces provoca esta desigual distribución?
A continuación SS Juan Pablo II escribe y NOS dice: “
En este marco, la novedad de
Difícilmente se puede ser más claro al respecto.
Si bien es cierto esta encíclica fue escrita el año 1987 y a la luz de la encíclica Populorum Progresio del Papa Paulo VI continúa teniendo vigencia al día de hoy, aun cuando uno ve iniciativas solidarias en pro de cambiar ciertas condiciones socio-culturales de sectores de los distintos pueblos, es evidente que dichos esfuerzos son pequeños frente a la maquinaria y maquinistas que prefieren mantener las cosas tal como estaban y como están.
Alegra ver cada año a muchos jóvenes trabajar y destinar su tiempo a quienes necesitan, pero ese esfuerzo se diluye mientras no logren ver las CAUSAS que generan esas necesidades, mientras no logren en la etapa adulta ser capaces de detectar a los CAUSANTES o fabricantes de tanta miseria, dolor y pobreza.
¿Cómo se puede responder, al menos individualmente a esa obligación moral que nos plantea el Papa?
Creando más instituciones de caridad que se avoquen a repartir trozos de pan entre los necesitados no es la solución, sino que buscar soluciones al grave problema de falta de trabajo y educación. Trabajo para los hombres y mujeres adultos y educación de verdad a los niños. Educación no mera instrucción para ser posteriormente mano de obra barata.
Gerardo Donoso Contreras
gedc@vtr.net