Alguna vez me preguntó mi madre: ¿cuándo vas a dejar de pelear para comenzar a vivir?, ¡porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez!. Mi madre creía que que el día del Juicio Final el Señor no nos juzgará uno por uno -ardua tarea- sino el promedio, y si juzga el promedio estamos salvados porque la mayoría es buena gente. El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso -una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida-. Diría mi madre: Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio
Facundo Cabral
Facundo Cabral
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