Suman 11 los niños indígenas muertos por desnutrición en Brasil
Jueves 3 de Marzo de 2005
AFP
Bajo ese título se informo de la muerte de 11 pequeños por falta de alimentos.
Una noticia de estas características normalmente amerita un comentario de pena, compasión o un simple menear la cabeza negativamente.
Aquellos que han construido y proclamado su vida bajo la fe en Cristo sabrán que los niños eran los predilectos de Jesús, por ende los predilectos del cristiano, por tanto no es aceptable para un cristiano que un niño o diez o mil mueran por falta de alimentos.
A aquel que no le importa o sigue de largo leyendo otra noticia simplemente no es cristiano, aunque él lo diga e insista, aunque se golpee el pecho mañana tarde y noche, simplemente no es cristiano.
Buscando entre algunos documentos me encuentro con que en enero de este año (2005) ya se denunciaba el abandono de muchos niños latinoamericanos.
Zilda Arns Neuman es la fundadora y la coordinadora nacional de
Cuáles son los retos para los gobernantes de Latinoamérica?
En la mayoría de los territorios, los Gobiernos no están priorizando el cuidado de los niños. En Brasil, por ejemplo, ya tenemos unos estatutos que protegen a los niños, niñas y adolescentes y gracias a esto muchas cosas han cambiado. Pero muchas veces los gobiernos locales no conocen los Derechos de los Niños y no están muy preparados para gobernar en esta materia.
También considero que el control social debe ser fortalecido, no sólo para que se luche contra la corrupción, si no para que verifique que los programas sociales se están aplicando.
¿Cómo ve el papel de la Iglesia en el trabajo en pro de la infancia en Brasil y en Latinoamérica en general?
Su papel es muy importante porque la Iglesia en Latinoamérica es la institución con mayor credibilidad, según han comprobado muchas investigaciones. Además, la Iglesia tiene la capacidad de llegar a los lugares más distantes.
Cuando Zilda Arns Neuman señala la importancia en este tema de la Iglesia, se refiere tanto a la institución como a los laicos. Son los laicos los que deben corregir estas situaciones inaceptables para el actual nivel de desarrollo y conocimiento que la humanidad a alcanzado. Somos los laicos los que deben exigir las autoridades adecuadas que sean capaces de revertir estas situaciones.
La falta de educación y la falta de verdaderas fuentes de trabajo facilitan estos “abortos consentidos”, pues ¿de que les sirvió a esos niños ver la luz de este mundo si luego morirían por la insensibilidad del mundo adulto?
Mientras unos se jactan de ganancias millonarias con sus transacciones, mientras otros adoran los TLC, mientras se adoran los éxitos bélicos, niños mueren de hambre y no solo en Brasil, sino en Argentina, Chile y el resto de los países latinoamericanos, eso debería despertar el sentido del escándalo en el verdadero cristiano.
A continuación transcribo la noticia íntegramente como fue publicada y que da cuenta de la muerte de los niños, pero que además lleva implícita la forma en que son tratados los pueblos indígenas.
Si alguien cree que las cosas no se pueden cambiar, quiere decir que la venida de Cristo a la tierra fue en vano entonces. Hay que hacer que las cosas pasen.
SAO PAULO.- El deceso este jueves del bebé guaraní kaiowá Janison Valdez Duarte, de tres meses, en Dourados (estado de Mato Grosso do Sul), elevó a 11 el número de niños indígenas muertos este año por desnutrición, informó el líder indígena Anastasio Peralta.
Janison murió en el Hospital de
Entre los guaraníes kaiowá murieron siete niños por desnutrición, incluido Janison. Asimismo, en la etnia xavante, del vecino estado de Mato Grosso, limítrofe con Bolivia, se registraron cuatro muertes de niños con déficit alimentario.
Los indígenas menores de cinco años muertos este año por la misma causa serían 19, si se confirman las informaciones del diario O Globo de que los niños xavantes fallecidos por desnutrición eran seis, no cuatro, y las de este jueves de la agencia privada de noticias Estado, que revela que seis bebés guaraní ñandevás murieron en otra región de Mato Grosso do Sul.
Estado afirmó además, citando a una fuente de
Egon Heck, del católico Consejo Indigenista Misionario (CIMI) comentó que esas noticias muestran que los aborígenes viven una situación "muy seria, muy grave. Seguramente los decesos por desnutrición ya sucedían, pero no se informaban, ahora el interés de la prensa consiguió revelar estos casos".
La mortalidad infantil entre la población indígena brasileña, de aproximadamente 410.000 personas y 291 etnias, alcanzó 47 por mil niños en 2004, casi el doble del índice nacional, de 24,1 por mil, había informado
La mortalidad infantil entre los nativos el año pasado se redujo respecto al índice de 2003, cuando la tasa de niños indígenas fallecidos se situó en 49,8 por mil. (emol.com)
Gerardo Donoso Contreras
gedc@vtr.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario